El primero que visitamos fue el mercado Dauphine, un lugar cubierto y muy bonito donde es un placer pasear. Es uno de los mercados más completos de Saint Ouen y mezcla antigüedades, objetos curiosos y piezas más modernas.

Aquí encuentras de todo 📦: muebles antiguos, cámaras, ropa, lámparas, juguetes vintage, piezas de Marvel y montones de vinilos. De hecho, es la mayor concentración de disquerías de Europa, así que si te gusta la música, este lugar te va a encantar.

En el centro está la famosa Futuro House, una casa futurista de los años sesenta que se ha convertido en el emblema del mercado. Para que te hagas una idea, es como la Torre Eiffel de las pulgas. Todo el mundo pasa por ahí para tomarse fotos 📸.

También nos gustó mucho la cantidad de tienditas dedicadas al arte, la decoración, la cultura pop y los objetos raros. Hay precios para todos, así que es buen sitio para encontrar recuerdos diferentes sin gastar demasiado.

Y si te da hambre, hay lugares para comer y cafés dentro del mercado. Nosotros hicimos una pausa en “Noir”, un café muy agradable donde recargamos energía antes de seguir. La verdad es que la pasamos super bien en Dauphine. Es un lugar vibrante, curioso y perfecto para perderse un rato.

La ruta siguió en Paul Bert Serpette, el mercado más chic y reconocido de las pulgas de Saint Ouen. Es considerado el mayor mercado de antigüedades del mundo 🌎 y la verdad es que se siente.

Tiene una parte cubierta y otra que parece un pequeño pueblito, con callecitas llenas de tiendas especializadas en decoración. Todo está organizado por categorías y cada expositor arma su espacio como si fuera una escena real, para que las piezas luzcan mucho más que en una simple tienda.

Aquí encuentras objetos de alta gama, desde antigüedades hasta piezas contemporáneas del siglo 21. Es un lugar donde los decoradores más famosos vienen a cazar tesoros y, según nos contaron, es donde nacen muchas tendencias mundiales de decoración 😲.

Paseando por el mercado tuvimos la suerte de ver a Emma Watson paseando entre los puestos. Además, aquí se han rodado series y películas 🎬 conocidas como Emily in Paris y Medianoche en París.

Aunque en general los precios son altos, caminar por sus avenidas es una experiencia increíble. Este lugar te va a enamorar y te lo recomendamos muchísimo.

El segundo día empezó con algo que amamos: un tour gastronómico (en español), pero no en la zona llena de turistas, sino en la parte sur de Montmartre, que es mucho más local. Es perfecta para descubrir calles tranquilas, historias del barrio y direcciones de comida que no suelen aparecer en las guías.

Durante el recorrido probamos productos franceses 🇫🇷 de una calidad increíble. Degustamos chocolates de excepción en un hotel súper romántico con un ambiente muy íntimo, quesos maravillosos en una quesería típica francesa, los mejores chou pâtissier de la ciudad, mermeladas dulces y saladas, y normalmente también se prueban vinos y carnes frías. Todo delicioso 🤤.

 Lo que más nos gustó es que, además de comer rico, vas conociendo la historia del barrio, de la gastronomía francesa y de cada persona detrás de esos productos. Es una experiencia preciosa y una forma muy original de visitar París. No hay mejor manera de descubrir una ciudad que probando su comida típica 🧀.

El día siguió en Chamboule, una panadería escondida detrás del Sagrado Corazón que es una verdadera joya del barrio.

El lugar es precioso, con colores cálidos y un ambiente que te hace sentir bien desde que entras. Hay una gran variedad de productos, tanto salados como panes y snacks, además de toda la parte dulce con bollería francesa 🥐 y repostería hecha en casa. 

 Lo que más nos gustó es que es una panadería artesanal de verdad. Ellos eligen sus harinas, lo preparan todo ahí mismo y no usan nada congelado. La calidad es altísima y aun así los precios son muy accesibles. Si pasas por esta zona de Montmartre, tienes que darte una vuelta.

Probamos varias cosas pero nuestros favoritos fueron el croissant en forma de muffin con crema de vainilla, super suave, y el pan de chocolate con chococrispis, dos productos que nunca habíamos visto en otras panaderías de París .

Aunque vivimos en París, quisimos vivimos la experiencia turistica completa y pasamos la noche en un hotel con encanto: “Le Charmant” ✨.

El edificio es una casa del 1885 que perteneció a la misma familia durante más de 150 años. Cuando el último propietario falleció hace unos ocho años, muchos promotores quisieron comprarla para derribarla, pero por suerte una pareja decidió salvarla y transformarla en el hotel que es hoy. Y de verdad se nota el cariño con el que lo rehabilitaron 🤗.

El hotel tiene un jardín precioso, los que hace que te sientes casi como si estuvieras en el campo y no en París. Por dentro conserva su estilo de época, con unas escaleras increíble y habitaciones muy grandes decoradas con objetos antiguos que ellos mismos han ido encontrando. Dormir ahí es como hacer un pequeño viaje en el tiempo.

La ubicación también nos encantó. Está en Saint-Ouen, justo a las afueras de Montmartre y a cinco minutos de los metros 13 y 14, que te llevan directo al aeropuerto de Orly, a los campos Eliseos, los Inválidos, el Louvre y varios puntos turísticos más.

Por la mañana tomamos un desayuno delicioso, un buffet francés pequeñito con cereales, mermeladas, miel, pan, jugo y viennoiserie. Simple y riquísimo 😍.

En general, nos pareció el hotel perfecto para una escapada romántica y local. Te sientes realmente como si estuvieras visitando a la familia en París: acogedor, auténtico y muy especial.

Después de un buen desayuno, nos fuimos al Museo de Montmartre, un lugar perfecto para entender la historia de este barrio que durante generaciones fue hogar de artistas y pintores 👨🏻‍🎨.

Es un museo con varias partes: la exposición permanente, la exposición temporal y también el taller de Suzanne Valadon, que nos impresionó muchísimo 😮. Es increíble poder entrar en el espacio donde ella y Maurice Utrillo trabajaban y vivían, casi como si el tiempo se hubiera detenido.

En el museo vimos pinturas, ilustraciones y fotografías de artistas como Suzanne Valadon, Maurice Utrillo. El recorrido es íntimo, inspirador y perfecto si te gusta el arte o si simplemente quieres descubrir el Montmartre más auténtico.

Los jardines del museo (Jardines del pintor Renoir) son un tesoro aparte. Desde ahí tienes vista al último viñedo de París y al Sagrado Corazón, y además hay un pequeño café donde puedes sentarte a tomar algo y disfrutar del ambiente con calma.

✅ Algo que muchos no saben es que puedes visitar solo los jardines con un billete especial de 5 euros, ideal si buscas una experiencia tranquila sin entrar al museo completo.

El museo está a dos pasos del Sagrado Corazón y de la plaza de los pintores, así que es una parada perfecta si ya piensas visitar esa zona.

Para nosotros fue una experiencia super bonita y creemos que a cualquier viajero le puede encantar, sea por las vistas, el atelier, los jardines o simplemente por descubrir un Montmartre más profundo y menos turístico. 

Nuestra ruta terminó en B.O.U.L.O.M, un concepto muy original que en la parte de enfrente tiene una panadería y, al fondo, un restaurante donde se sirve un buffet libre de altísima calidad.

El lugar fue creado por Julien Duboué, un chef muy conocido en Francia por su paso por el programa “Top Chef”, uno de los concursos culinarios más vistos del país.

Lo que hace especial este buffet es que ofrecen productos artesanales de Francia 🇫🇷 y la idea es que cualquiera pueda probar muchos platos sin tener que elegir solo uno. Es perfecto para comer bien, descubrir sabores franceses y disfrutar sin preocuparte por el precio porque es un buffet libre.

Probamos de todo: entradas clásicas francesas, platos calientes 🥘, carnes frías, una selección de quesos 🧀 y postres deliciosos. Todo estaba preparado con muchísimo cuidado y se notaba la calidad de los ingredientes.

 A nosotros nos encantó el gran abanico de opciones. Si vienes como turista, es ideal porque puedes probar diferentes cosas que comemos aquí en Francia sin miedo a pedir algo que no te guste y pagar un plato entero por nada. Aquí vas picando, descubriendo y disfrutando.

Pasamos un momento super agradable y salimos encantados. Es un lugar que recomendamos muchísimo si quieres comer bien y vivir una experiencia francesa completa.